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Cicloturistas guiados por un cura aventurero cruzarán las sierras desde Nogolí

(NotiNogo, 4-7-13) Un grupo de unos 17 cicloturistas sanjuaninos recorrerá a puro pedal una travesía por las cumbres puntanas. El cura párroco Víctor Hugo Gallardo los guiará
El recorrido está previsto iniciarse este sábado 6 de julio en Nogolí, unir a San Francisco por la Ruta 3, luego trepar los caracoles hasta el cerro Amago para llegar a La Carolina. De ahí bajar hasta Río Grande para volver a subir el duro camino que casi toca la cumbre del cerro Barroso, terminando nuevamente en el punto de inicio. El ciclopaseo será de unos 200 kms que matizarán con actividades culturales y religiosas durante cuatro días.

El Padre Gallardo (50 años) es amante de la vida en la naturaleza y tal parece que nada le cuesta desafiarla. Su basto curiculum sorprende. Escaló las cumbres más altas del mundo como el Mercedario (6.700), el Aconcagua (6.900), el Kalapatan (mirador del Everest, 5.400 msnm), y del Island Peake (en Nepal, 6.200), se aventuró por cuevas a 210 metros por debajo del mar en Brasil y hasta caminó desde San Juan a Barreal y cruzó a pie varias veces la cordillera de Los Andes. En bici y en grupo, recorrieron la ruta 40 desde San Juan hasta la Quiaca y también hasta Ushuaia. 

Ayudados por un amigo y ciclista puntano, Raúl Rosas, organizaron la cicloaventura que tendrá lugar este fin de semana. En los distintos pueblos los esperan vecinos particulares y hasta funcionarios municipales, tal es el caso de la edil de La Carolina, Ingrid Blumencweig, quién gentilmente los alojará en el salón municipal. 

Los intrépidos pedalistas sanjuaninos llegarán a Nogolí este viernes por la noche para descansar y salir al ruedo el sábado por la mañana, el regreso está previsto para el martes 9 por la tarde.

Probablemente, sólo quienes vivimos con intensa locura de enfrentar desafíos deportivos venciendo -muchas veces- las adversas condiciones climáticas, o soportando la soledad de atravesar las largas distancias de las rutas argentinas donde el silencio apabulla y el tiempo se detiene, los que disfrutamos de descansar bajo un árbol en un alto en el camino, de hacer vivac durmiendo a cielo abierto y de contemplar la inmensidad divina; sabemos bien de que se trata..., del esfuerzo que significa y de lo gratificante que es el durante pero también el alcanzar la meta dependiendo exclusivamente de uno mismo o de un trabajo en equipo. Es más que seguro que el Padre Gallardo y su séquito de católicos profesan este jobbie de ese modo, y a su paso tratan de contagiar de aventura a los pobladores con los que se cruzan, ya que este grupo hace mucho más que una actividad deportiva: unen pueblos y unen vidas.





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