Alejandro conoció personalmente a la vinchuca en Nogolí. Oriundo de Buenos Aires, se mudó al pueblo de las aguas claras -en marzo de este año- junto a su mujer y sus hijos con la intención de mejorar su calidad de vida. Lejos de lograrlo, hoy se encuentran con un panorama muy distinto al que imaginaron.
En el lapso de dos o tres meses vieron y mataron al menos unos 25 de estos insectos. Alejandro comenta que últimamente se ven más seguido y si hay viento seguro aparecen más de uno. Leer nota completa.