La nota comienza así: Seguramente “periodista se nace”, dicen aquellos que se formaron al ritmo de las letras de plomo de las viejas imprentas con la suela gastada que exigía la calle. Seguramente “periodista se hace”, exigen quienes surgieron de la rigurosidad académica de las instituciones formales.
“Probablemente que todo esto pueda ser verdad” suele tararear un viejo trovador catalán.
Las dos corrientes, tan viejas como sus discusiones, tienen razón. El periodismo es una vocación que nace con quien la práctica, vocación que con el avance de las nuevas tecnologías y el desarrollo de nuevas plataformas multimediales, exige a las nuevas generaciones de periodistas formarse en la academia mientras gastan la suela de los zapatos recorriendo las calles.
García Márquez en su discurso ante la 52ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa, en el año 1996, rescataba parte de esta dicotomía, así como consideraba que las facultades “enseñan muchas cosas útiles para el oficio, pero muy poco del oficio mismo” veía en aquel tiempo y con preocupación como “el oficio no logró evolucionar a la misma velocidad que sus instrumentos, y los periodistas se extraviaron en el laberinto de una tecnología disparada sin control hacia el futuro”
Ser periodistas hoy implica un desafío extraordinario, la revolución científica, sorprende de modo cotidiano con la aparición de nuevas tecnologías. El desafío de la nueva era, impone a los periodistas del siglo XXI la capacidad de poder balancearse en su labor cotidiana, la adaptación a las nuevas plataformas con la calidad y rigurosidad que impone la historia de la profesión.
El “Gabo” catalogó al periodismo como el mejor oficio del mundo.
Es posible que aquel que desarrolla la profesión que soñó desde pequeño, sienta que tenga el mejor oficio del mundo, sin importar cual sea este.
Es por eso de la invulnerabilidad de la sentencia de Gabriel García Márquez. Porque si bien los nuevos tiempos indican que la necesidad de formarse lleva a otorgarle valor al concepto de “periodista se hace”, la historia seguirá indicando que aquel abrace este oficio será porque, “periodista se nace”, y cuando uno nace con una vocación, que la vida se la permite desarrollar, seguramente es depositario, del mejor oficio del mundo.
Dedicado a todos los periodistas de la provincia de San Luis, que han nacido con esta extraña vocación y que sienten que ejercen el “mejor oficio del mundo”. De parte de todo el equipo que forma parte de la Agencia de Noticias San Luis, les deseamos un muy feliz día.
