(Nogolí, 30-10-10)
Este medio día, al abrir mi administrador del blog,
me encontré con muchísimos comentarios para moderar.
Si bien no revisaba el sitio desde el jueves,
me parecían demasiado tantos mensajes.
Al abrirlos descubro que
seis de ellos se trataban de amenazas, agravios e insultos.
Los mismos son imposibles de publicar.
Dichos comentarios fueron guardados como pruebas e indicios,
dado que la persona que los envió dejó pistas más que certeras de quien proviene.
En breve, haré pública una editorial sobre éste y otros temas relacionados.
