En un comunicado de prensa, el radical Alejandro Cacace hizo referencia esta situación de no dar quórum, y que se repite sistemáticamente en la Cámara Baja.
“Cuando hay trabajo pendiente no se puede descansar”, titula la gacetilla emitida por el diputado opositor
El receso invernal en Diputados es un espacio de dos semanas en el mes de julio de cada año donde una veintena de legisladores deciden ausentarse porque esos días coinciden con los recesos laborales y el descanso escolar. Sin embargo, ese receso no está previsto reglamentariamente y la sesión es formalmente convocada y el sumario de temas elaborado para la discusión.
“Tenemos una gran preocupación porque tenemos nueve proyectos de Ley que tienen despacho de Comisión, que deben ser tratados”, señaló Cacace. Uno de los temas ejes es la intervención de El Trapiche, que con buena suerte sería tratada a fin de mes si es que el bloque mayoritario no dilata aún más la aprobación del consensuado proyecto. El atraso es tal, que si llegara a ser aprobada la designación de un interventor para el 30 de julio (fecha estimativa de la sesión), habrían pasado 3 meses desde la acefalía en la localidad.
La postergación del trabajo también perjudica a las iniciativas de diversos espacios políticos. “Hemos presentado en los últimos 3 meses 18 proyectos de ley que están esperando tratamiento pero también las comisiones no trabajan, hace semanas que no reúnen quórum”, subrayó el diputado radical. Entre la decena de proyectos del Bloque Progresista están los de Mecanismos de Prevención de la Tortura, Boleto Estudiantil Universal, Empleo Joven, Protección de las Garantías Laborales de los Docentes de la Educación de Gestión Privada, entre otros.
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