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Mientras una gran parte de los funcionarios de gobierno se encuentran sumergidos en el clima general de la época de promesas primaverales electorales, se intensifica la discusión y resistencia de afectados o excluidos ambientales, ante la necesidad de tomar conciencia y recordar especialmente a quienes ambicionan ser nuestros “representantes” sobre el derecho y el deber de los pueblos a “vivir en un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano”; y en función de esta necesidad, el intrínseco derecho y deber de elegir qué actividades productivas serán las que nos sustentaran saludablemente en los territorios donde habitamos y cuales no aceptamos porque implican poner en riesgo los valores mas preciados de las comunidades presentes y futuras. -Así comienza este extenso informe de Sustersic- Leer desde su fuente