Según la ley provincial N° II-0858-2013 Será considerado acoso escolar “bullying”, toda acción u omisión constitutiva
de agresión u hostigamiento reiterado, realizada fuera o dentro del establecimiento educacional por estudiantes que, en forma individual o colectiva, atenten en contra de otro estudiante, valiéndose para ello de una situación de superioridad o de indefensión del estudiante afectado, que provoque en este último, maltrato, humillación o temor de verse expuesto a un mal de carácter grave, ya sea por medios tecnológicos o cualquier otro medio, tomando en cuenta su edad y condición.
La Ley que fue sancionada el año pasado -luego de registrarse distintos episodios tanto en la provincia como a en todo el territorio nacional- tiene por objeto establecer los mecanismos para diagnosticar, prevenir, evitar y erradicar la violencia, el hostigamiento, la intimidación y cualquier acto considerado como acoso entre miembros de la comunidad educativa pública y privada de la Provincia de San Luis.
Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
A raíz de una sucesión de casos de violencia escolar conocidos por la opinión pública en diferentes puntos del país, además de la provincia de San Luis, la Nación sancionó una ley y edita también una guía, bajo el nombre de Guía Federal de Convivencia Democrática, para prevenir y tratar los conflictos violentos en escuelas con estrategias concretas de cómo reaccionar y qué hacer frente a los episodios de violencia escolar.
